¿Cuál es el origen del Yorkshire Terrier?
El Yorkshire Terrier, conocido cariñosamente como «Yorkie», se originó en el norte de Inglaterra, concretamente en las regiones de Yorkshire y Lancashire. Durante el siglo XIX, trabajadores escoceses que se trasladaron a la zona llevaron consigo pequeñas variedades de terriers que fueron cruzadas para crear un perro capaz de cazar roedores en fábricas y minas. Entre las razas utilizadas destacan el Paisley Terrier, el Waterside Terrier, el Clydesdale Terrier e incluso el Maltés.
El perro que más influyó en el desarrollo del estándar actual fue Huddersfield Ben, un ejemplar nacido en 1865 y considerado el «padre de la raza». El nombre oficial «Yorkshire Terrier» fue adoptado en 1870. Durante la época victoriana, se popularizó como perro de compañía y de exposición, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos.
Ficha rápida Yorkshire
Aspecto | Detalles clave |
---|---|
Origen | Reino Unido (Yorkshire y Lancashire), siglo XIX |
Tamaño | 18–23 cm de altura / 1,5–3 kg de peso |
Pelaje | Largo, sedoso, sin subpelo. Colores: azul acero y marrón |
Carácter | Valiente, inteligente, activo y algo dominante |
Esperanza de vida | 12–16 años |
Salud | Propenso a problemas dentales, luxación de rótula, colapso traqueal y trastornos digestivos |
Cuidados básicos | Cepillado diario, higiene dental, dieta de calidad, abrigo en climas fríos |
Ideal para | Personas con tiempo, espacios pequeños, convivencia cercana |
Características físicas
Tamaño y peso: mide entre 15 y 20 cm y suele pesar entre 2 y 4 kg. El estándar fija un máximo de 3,2 kg.
Pelaje: largo, liso, fino y sedoso. Carece de subpelo, por lo que es sensible al frío y a la humedad.
Color: los cachorros nacen oscuros con manchas color fuego. Con el tiempo, el pelaje se aclara y aparece una combinación de azul acero y tostado dorado.
Cabeza y expresión: cráneo pequeño, hocico corto, ojos marrones y expresivos. Orejas en forma de V, erguidas.
Personalidad y comportamiento
A pesar de su tamaño reducido, el Yorkie tiene una gran personalidad. Es valiente, activo, curioso y algo testarudo. Se adapta bien a la vida en pisos y es muy cariñoso con su familia. Tiende a ladrar con frecuencia, por lo que es buen perro guardián, aunque requiere educación para controlar el exceso de ladridos.
Disfruta de la compañía humana y puede desarrollar dependencia si se le deja solo durante largos periodos. Es inteligente y aprende rápido con refuerzo positivo. Con una socialización adecuada desde cachorro, se lleva bien con otros animales y personas.


Cuidados esenciales para su bienestar
Alimentación y nutrición
Una dieta de calidad es fundamental para su salud. Se recomienda optar por alimentos naturales y lo menos procesados posible. La comida casera cocinada o la dieta BARF equilibrada pueden ser excelentes opciones. Es importante evitar alimentos grasos o con cereales refinados, ya que el Yorkshire es propenso a problemas hepáticos, pancreáticos y digestivos. Se debe dividir la comida en 2 o 3 tomas diarias y mantener una buena hidratación. Están desaconsejados alimentos como el chocolate, el ajo, las uvas, los huesos cocidos o productos con azúcares o aditivos.
Higiene y pelaje
El pelaje del Yorkie necesita cuidados constantes. Se recomienda:
Cepillado diario con cepillo de cerdas suaves o peine de púas anchas.
Baños mensuales con champú y acondicionador específico para perros de pelo largo.
Corte de pelo regular cada 6 a 8 semanas.
Recorte del flequillo o recogido con goma para evitar molestias en los ojos.
Limpieza periódica de orejas y ojos para prevenir infecciones.
Salud y prevención
El Yorkshire Terrier, a pesar de su longevidad, es propenso a ciertas afecciones que requieren atención. Entre ellas, destacan los problemas dentales y la acumulación de sarro, especialmente si la dieta es muy procesada. También es frecuente la luxación de rótula, el colapso traqueal y la hipoglucemia, sobre todo en ejemplares muy pequeños. Otras condiciones comunes son la pancreatitis, enfermedades hepáticas y renales, inflamación intestinal crónica (IBD) y epilepsia idiopática.
Para minimizar estos riesgos, es esencial realizar revisiones veterinarias periódicas, mantener una higiene bucodental diaria y proporcionar una dieta equilibrada adaptada a sus necesidades. Además, es importante controlar su peso y asegurar una rutina de ejercicio moderado, que mantenga su salud física y emocional en equilibrio.
Ejercicio y estimulación mental
Aunque pequeño, el Yorkshire necesita actividad diaria:
Paseos cortos pero frecuentes.
Juegos interactivos y juguetes de inteligencia.
Aprendizaje de trucos o juegos de olfato.
Ambientes seguros y sin riesgos de caídas.
Bienestar emocional
Es un perro muy apegado a su familia y sensible emocionalmente. Necesita:
Rutina estable.
Estímulo positivo, sin castigos.
Espacio personal para descansar.
Compañía constante, evitando largas ausencias.


Preguntas frecuentes sobre Yorkshire Terrier
¿Cuál es la esperanza de vida de un Yorkshire Terrier?
Suelen vivir entre 12 y 16 años, aunque algunos alcanzan los 18 con buenos cuidados.
¿Es cierto que existen Yorkshire «mini» o «teacup»?
No. No están reconocidos por asociaciones oficiales. Su cría está ligada a problemas genéticos graves.
¿Necesitan mucho ejercicio?
No requieren grandes caminatas, pero sí actividad diaria y estimulación mental para evitar comportamientos destructivos.
¿Pierden pelo?
No mudan como otras razas. Su pelo crece de forma continua y se cae poco, pero requiere mantenimiento constante.
¿Se llevan bien con niños?
Si están bien socializados y los niños los respetan, sí. No se recomienda para niños muy pequeños por su fragilidad.
¿Son fáciles de adiestrar?
Sí, siempre que se utilicen métodos positivos. Aprenden rápido y disfrutan de la interacción.
¿Son adecuados para vivir en pisos pequeños?
Perfectamente. Se adaptan bien a espacios reducidos siempre que tengan atención y paseos diarios.
Compartir la vida con un Yorkshire Terrier es una experiencia tan gratificante como exigente. Es un perro con gran carácter, energía y belleza, que requiere constancia en el cuidado de su pelaje, atención emocional y una alimentación adaptada para vivir feliz y sano durante muchos años.
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